Hablar de Francisca Cabrera es hablar de la historia del patinaje en Chile. Una disciplina que, en la experiencia de esta destacable deportista, ha tenido importantes presentaciones.
La campeona sudamericana, panamericana y cuarto lugar en Lima cerró con broche dorado su paso por el alto rendimiento a fines de 2019. Y tras reanudar el 2020 el coronavirus ha detenido sus ansias de continuar entrenando e impartir sus conocimientos a las nuevas generaciones. “Todo bien, dando gracias de que estoy sana y que hemos podido salir adelante de esta difícil situación”, señala la patinadora a Deportivo Escolar. “Nadie se imaginaba que algo así podría suceder”.
¿Cómo ha cambiado tu vida con la pandemia, en entrenamientos y rutinas?
“Desde que se produjo la cuarentena tuve que adaptar mi vida en 180 grados. Antes estaba casi todo el día fuera de casa, ahora hay que tener más precaución. Normalmente entreno en las mañanas y hago clases en las tardes. Salía a regiones los fines de semana y hacía clases en Santiago durante la semana. Ahora tuve que readaptar mis entrenamientos como mis clases. Ha sido un desafío importante, asumido con responsabilidad, para cuidarse uno mismo tanto como para cuidar a los otros.
Estoy entrenando sobre patines dos a tres veces por semana, a veces con un patín, a veces con otro, pero en casa no puedo deslizarme, a veces salto y hago trabajo estático. Estoy tomando clases de acrobacia y de teatro, elementos que hacía antes de la cuarentena, pero ahora lo hago vía videoconferencia. De la misma forma hago mis clases”.
Ahora sólo has entrenado en casa…
“He podido entrenar, pero en casa. Principalmente los gestos técnicos del patinaje artístico y mucho físico. Saltos y trompos. Uso a veces un solo patín”.
¿Qué cosas te han ayudado en tu entrenamiento para mantenerte en forma, en esta nueva realidad?
“Tengo a la mano otros recursos, el bosu, para tener mayor propiocepción (la capacidad de sentir el movimiento y la posición de las articulaciones, también llamada kinestesia), distintos estímulos cognitivos para activar de la mejor forma mi sistema psicomotor, para cuando podamos se pueda hacer el reintegro deportivo“
Supongo que has podido quedarte en casa, y respetar la cuarentena sin inconvenientes…
“Claro, hay que respetar al cien por ciento la cuarentena, no solo por nosotros, también por los cientos de profesionales de la salud que están dando sus vidas para cuidarnos, y mantener nuestras vidas. Por mi parte, desde el minuto uno ha sido estar en casa y habituarse a esta nueva realidad que nos plantea el mundo en este caso.“
¿Cómo has visto cuánto ha afectado a los deportistas esta pandemia, tanto en resignar metas, no poder competir o entrenar en normalidad?
“Creo que la situación de la pandemia nos cambió los planes a todos., en todo orden y nivel. Muchos deportistas tuvimos que rediseñar nuestros objetivos, en especial algunos resignar algunas metas. Esto ha sido un tema de ir rediseñando constantemente y viendo a detalle la situación lugar a lugar, estando atento para saber cómo se puede volver a entrenar y a competir”.
¿Cuáles son las metas que tuviste que dejar por este año?
“Este año, las metas era el circuito europeo de copas y el mundial. Nada de esto es probable. Las fechas del circuito ya pasaron, el mundial es en Octubre, y la federación ínternacional aún está viendo si se puede realizar. Hasta que no haya un nuevo calendario, un poco los objetivos macro siguen intactos, pero los que son a corto plazo están detenidos hasta que se pueda diseñar un nuevo proceso”.
¿Cómo te inspiraste a seguir el patinaje?
“Mis inicios fueron en un viaje a Algarrobo con mi familia, cuando tenía cuatro años. Mis tíos decidieron arrendar patines con mi familia, y de allí conocí esa sensación de estar volando, feliz y libre encima de esas ocho ruedas. No fue hasta los nueve años cuando me regalaron mis primeros patines propios, y allí empezó todo. Desde los cuatro hasta los nueve esa sensación se mantuvo intacta. No he parado de patinar desde entonces. Me inspiré en un principio en mis entrenadores, y luego conocí el mundo internacional a través de videos. Comencé a soñar en grande, poder enterarme así de la destreza y las técnicas que debía aprender”.
¿Qué es lo que te llama más la atención de este deporte?
“Siempre me ha llamado la atención el desafío de este deporte de ir avanzando y de nunca llegar a la perfección, de ir agregando un nuevo movimiento, un nuevo adorno, más rápido o más alto. Pero la sensación de estar en el aire es simplemente increíble“.
Fuiste campeona nacional, sudamericana y panamericana. ¿Cómo ha sido el reconocimiento del país a estos logros?
“Creo que mis logros se valoraron, tarde, pero se valoraron en Chile. Se empezaron a valorar cuando fui campeona panamericana en 2016. cuando llevaba años destacando y campeonando en el circuito sudamericano. Hay que valorar con más antelación el trabajo de los deportistas, desde antes de que tengan esos resultados, para que así tengamos mayores exponentes de alto nivel”.
Y sobre eso, ¿qué debe cambiar en Chile para que el deporte sea reconocido?
“Hace falta más políticas y cultura deportiva, se tiene que entender que el deporte es un derecho, no es un privilegio. Es una alternativa para mantenerse saludable, y debe ser algo a bajo costo y asequible para todos.Además, debe existir apoyo para estudiar, para el ingreso a la universidad, porque un deportista es diferente, en especial cuando se dedican a ingresar al alto rendimiento, sobre todo.
Se está avanzando pese a todo, en los últimos años. Está muy bien que se haya creado el Ministerio del deporte, que puede llevar por lo pronto a la realización de cambios importantes”.
¿Cómo inspirar a la población a que los logros del deporte no sean pasajeros? ¿que hay otras disciplinas que también merecen esa atención?
“Para que haya un reconocimiento permanente se deben promocionar todos los deporte, no solo los que tienen más sponsors o mueven más dinero. Que la sociedad debe entender que el deporte es un orgullo.
Los deportistas son modelos de inspiración, lo que les debería dar este lugar de reconocimiento, de promoción de un estilo de vida, perseverancia y esfuerzo, de construir caminos y luchar por los objetivos que se tienen. Eso es lo que creo que es un deportista para la sociedad, y mientras se entienda eso se le dará ese espacio de reconocimiento. Hay que hacer un cambio a nivel de pensamiento, a nivel de mentalidad sociocultural, que de a poco está sucediendo y esperamos que sea progresivo. Ojalá tarde el menor tiempo posible“.
¿Qué consejos puedes dar para los que quieran seguir tus pasos?
“Para quien quiera llegar a lo más alto, siempre es importante desafiarse, ser constante y perseverante, luchar por lo que uno está convencido y sueña, y entender que de las caídas se aprende a abrazar el camino recorrido. Muchas veces eso es lo que te enseña y te forma más allá de una medalla y un resultado. Lo que me enseñó este deporte es que siempre uno puede levantarse tras la caída, que nunca hay que dejar de soñar”.